7 ago 2007

María Conesa Café

Hoy rondó por los viejos barrios, tomo sus pasos y se dirigió a las calles andadas tiempo atrás.

Pasó por la antigua ventana, su habitación sigue siendo la más bonita de la casa que habitó junto con Marisa y Brendan.

La calle es igual de ruidosa, pero el barrio es hermoso, y va para más...

En el viejo café el Maestro Rudy en su no tan destartalada Stroud, la llevó con sus notas de Flor de azalea, Celos, Garufa y Gira a lugares poco conocidos a esas horas de la tarde.

Se embelesó durante una hora,le miraba las manos sobre la superficie a blanco y negro. El hombre terminaba de tocar apenas, cuando ahora sus palabras se le dirigían.

El viejo sintió que se fuera,eran sus palmas las que animaron el humor de un músico deshecho por el tiempo. De viva voz ya tiene en él, y el Señor Juan dos hermanitos. Vuelva pronto, fueron sus palabras.

El hombre sencillo la hizo vibrar. Espera regresar pronto a tomar un capuccino con canela de verdad, y disponerse a escuchar las notas de Gardel detonadas por sus dedos.

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