23 nov 2007

CA-RA-JO!



Me da espanto ver cosas como estas, porque quienes generalmente se ciñen a estos conceptos son propens@s a vivir con nosotr@s de la forma en la que se enuncian...

Esta es la prueba de por qué es necesario que la perspectiva de género llegue a las y los lingüistas:



"sexo

En los últimos años, la palabra género se viene imponiendo en español, erróneamente, para reemplazar a sexo, entendido como ‘condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas’.
Sexo proviene del latín sexus, exactamente con el mismo significado que tiene hoy en nuestra lengua, según la Academia Española. Plinio decía parere virilem sexum (dar a luz un varón).proviene del latín exactamente con el mismo significado que tiene hoy en nuestra lengua, según la Academia Española. Plinio decía (dar a luz un varón).Algunos etimólogos, entre ellos Eric Partridge, sostienen que el vocablo latino puede haberse originado en secare (‘cortar’ o ‘separar’, como en secta), originado en el indoeuropeo sekw-con base en la idea de que la población se divide en varones y mujeres.
El género en castellano no debe referirse a las personas, sino a los objetos inanimados, puesto que se trata de una categoría meramente gramatical ‘a la que pertenece un sustantivo o un pronombre por el hecho de concertar con él una forma y, generalmente sólo una, de la flexión del adjetivo y del pronombre’.
La aplicación de género a personas está basada en un error de traducción del inglés gender, que en esa lengua se aplica a las diferencias entre varones y mujeres, diferencias que, por lo menos desde los latinos, pero probablemente desde tiempos prehistóricos son denominados por la palabra que en español conocemos como sexo. Género, aplicado a personas, es un calco semántico del inglés, impulsado por la manía estadounidense de lo ‘políticamente correcto’ y elevado por la fuerza a la categoría de concepto sociológico".

Este discurso es tan común en mi vida que la verdad ya hasta flojera me da decir de quienes viene...
Pero bueno, sí, es de esa gente que cree que tiene "La verdad" en la mano -su verdad-, que la debe resguardar, y que cierra monumentos históricos alegando que la muchedumbre puede dañarla cuando ha sido mantenida justo por esa misma gente durante 500 años... (Véase  iglesia  Católica en mx)
Luego, por quienes no entienden que las palabras cambian conforme a las necesidades de quienes usamos el lenguaje ( o sea todo el mundo). Entre más descubre una persona de sí, de su vida, de lo que hay en la realidad que persive , más querrá enunciarlo, y las palabras "le quedarán cortas" para describir lo que siente...

No todo se puede decir con las palabras que han sido de tod@s, y a veces, se puede pensar que lo que impacta a los sentidos es tan nuevo que no se permite el mismo apelativo que históricamente se le ha dado, para entonces se hace necesario crear: "A sentimientos nuevos, palabras nuevas".
Cambiar el lenguaje habla de la capacidad de las personas para modificarse, para aprender de sí, para aprender del resto que le rodea. Que triste inercia la de quienes no tienen ni la vaga idea de lo que están formulando cuando hablan, y tergiversan lo que dicen y al mismo tiempo lo que sienten.


Conocer el significado de las palabras es necesario para resignificarlas, es poder hacer un "Aprender a aprender" de todo.
Más allá del carácter "duro" de la palabra, existen categorías diversificadas desde donde los conceptos se resignifican. Por qué no pensar en que las palabras "duras" provienen y se desarrollan a través del pensamiento que deriva del metalenguaje, de lo subjetivo, de la vivencia de la gente? Y también de la resignificación social.
Total! Si ha de cambiar algo, empecemos por modificar los hábitos de lo que se traga y lo que se saca -al menos por la boca y los oídos!-, y si eso tiene algo de propositivo, ¿qué mejor?

En fin..., acá va la cita... por si sirve de algo:
Fuente:La página del idioma español, "sexo". URL: ACTIVA http://www.elcastellano.org . Martes, 6 de noviembre de 2007

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