14 abr 2008

No-más "Tira netas"


Tira Netas. Así fue como el diario La Jornada denominó a Alejandro Jodorowsky. No me sorprende en realidad, después del doblemente bochornoso encuentro con un sector muy concreto de la población joven de la ciudad que se apostó desde medio día del viernes pasado (o antes) en el CCU (Centro Cultural Universitario)


Lo dicho, si el problema no son "los gustos de la banda", el lío es otro... Y básicamente radica en los parámetros que se tienen para deconstruir un discurso como el del "Jodo".

Antes de que comenzara la "conferencia" dije que iba bajo protesta, y que haber escuchado a este hombre varias veces me recordaba la sensación del vacío literario que existe en general.

Dos ejemplos claros son: Que la gente corre al cine para probar si leerá o no una novela, o la colección completa de Harry Potter y El Señor de los anillos, cuando existen cientos y cientos de años en literatura. Por otro lado y haciendo memoria de una plática-entrevista que sostuve con los integrantes de una banda de rock pop recordé que ante la pregunta: Cuál es su propuesta? el vocalista de veinte años comentó: "Pues lo común. El amor, el desamor, esas cosas, ...lo común."

De regreso a la conferencia del Jodo, donde después de anunciar su cansancio permitió que la gente le salvara la vida, dejando que el tiempo transcurriera lo necesario, y dando a sus seguidor@s "la dádiva del tiempo" del gurú, me llegó a la memoria lo que honestamente Galdinho -mi maestro de edición- decía: "No traigo preparada la clase, pregunten".

Uniendo los puntos, definitivamente -en este caso-, las preguntas que la gente hacía eran más interesantes que las respuestas. Y pertenecen a esa clase de cosas a las que el vocalista pop llamaba común.

Qué es el amor? Fue la primer pregunta que un chico hizo. Con esa pregunta pudo haber paralizado a cualquier filósofo que se precie de serlo, pero no a nuestro Jodo quien embistió y dio respuesta.

Y así... de pronto un valiente se enfrentó a la multitud de abucheos que no pudo amedrentar su emoción para decirle al Jodo frente a estas/os la admiración que le profesaba, eso y algunas otras cosas que me dieron más que pena ajena, y por eso no lo recuerdo...

No haré un recuento de la interacción del "dramaturgo, cineasta, escritor y tarotista" con quienes estuvimos en el CCU esa tarde, más bien reflexiono sobre la necesidad de "volver" como decía Carlitos Gardel, sin seguir pensando "...que es un trozo la vida, que veinte años no es nada..."; porque se lo tendrían que decir a estas/os, sin apuntar que es casi el noventa por ciento de su existencia...

Un fenómeno se me puso de frente: Una existencia joven que reclama "cosas comunes", que hace preguntas a un gurú al que se exigen -de alguna manera- respuestas de sí mismos/as, y que no las obtienen.

Las lecturas de la realidad varían. Y mientras seguían caminando pies descalzos sobre el agua de la enorme fuente, alguien me dice: Se parecen a..., Cómo se llamaba ese güey de la biblia que caminaba sobre el agua?

Después de reponerme de la risa -tomando en cuenta el parámetro místico de la situación- dije a modo de respuesta: Ese güey, creo que le apodaban Jesucristo, no? Y reí por un rato más.

Frente a un grupo de universitarias/os que se enfrentan al presente incierto de la realidad que se teje fuera del alcance de sus intereses, se abre la posibilidad del intercambio al mejor estilo "cómico, mágico, musical" con una leyenda viviente; y ante la imposibilidad de ir cada verano a la lectura anual de tarot en París, el ánimo desbordado reclama la luz de certezas.

Tal vez hubiera sido bueno mencionar algo, lo que fuera, alguna metodología -tal vez- que permita seguir viviendo -por lo menos al cine mexicano- . Lo comento, porque tuvo que llegar el Asistente de producción de El Topo a lanzar una convocatoria general para revivir la industria y rescatarla, cosa nada congruente con el tono de lo que el buen Jodo dijo -después de unos quince minutos de chistes- : "Me trajeron para hablarles de cine y teatro, y yo no hago cine ni teatro hace muchos años".

Ahí me quedó claro que el cine y el teatro mexicanos se quedarán donde están por muchos años más... Por qué se buscarán salvadores?

Y bueno, en realidad creo que poca gente fue ahí -a la luz de las preguntas- para saber de cine o teatro, es otro el móvil. Hay una necesidad de saber de sí, y no se encuentra respuesta mayor que la que sigue a la pregunta: Cómo se llega a la felicidad?

Como respuesta el Jodo enumeró lo que sintéticamente podría tomarse como la práctica de la autorreferencia y la introspección, el desarrollo holístico junto con elementos del contexto... En fin, psicoanálisis, misticismo, inteligencia emocional, tarot, numerología, todo combinado con algo de filosofía hindú, metido en licuadora, y amenizado con un par de chistes.

Al final del "relanzamiento del gurú" se desprendieron conversaciones de cantina donde amenamente se dijo: "Dio lo mismo ir a CU. Si habías leído sus libros no hacía falta"... "Bana sabiduría tenía yo!" Dijo el antiguo poeta...

Del Jodo no hablo más, me quedo con la importante tarea de reflexionar sobre la necesidad de la "bandita" de encontrar entidades "trascendentales". Es interesante ver como se repiten las cosas. Históricamente en momentos -y sociedades- donde la crisis económica y política es el PAN de cada día, la necesidad de la creencia es mayor, y las religiones se fortalecen en detrimento de esas mismas poblaciones, por la alianza entre grupos oligárquicos a los que generalmente pertenecen políticos y clérigos... en fin...

Habrá qué ver lo que sigue, porque las reformas "Van!", y el tiempo no para...



















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