11 jul 2006

Los Aviones




"Es tarde, se hizo de día, menos mal que está nublado,
se acabó todo lo que había, queda un cigarro mojado,
Porque quiero dormir y soñar...mientras por afuera pasan LOS AVIONES..."

"...Me olvidé de avisar, no te voy a llamar, ni una sóla vez en cuatro vidas, o si no, voy a hacer cualquier cosa que me digas..."

A.Calamaro.


No quieres que se termine, no quieres que te abandone?

Tiempo hace que no lo veía...

Pasó de prisa por el bar de siempre, al corona él va cuando ella no.

Mingo que sabe todas las historias, seguro lo vió y saludó igual que a todas y todos los que obsesiv@s andamos allá, por el centro. El martes por la noche la vió besandose con Alex, en una especie de remembranza de la adolescencia que nunca tuvo, con juegos a reta de besos con sabor a mate y agua mineral. Es el cuarto en dos meses... Es malo ser así?

Salió con la falda pegada a las piernas, la rajada del lado izquierdo se le abria al paso hasta la mitad de la pierna... En el bar las barras de cada lado, y un cuarto de su cara asomó detrás de la vitrina. Suficiente para saber que era él.

La loca siguió caminado haciendo el conjuro para no verle. Pasó por el café de Fernando y tomó la mesa en la que había estado con el hermoso y "enloqueciente" Ven; donde luego estuvo con "sus amigas del café", la orda de brujas con las que confabula para encontrar más de lo que se puede ver.

Después de un rato caminó sin voltear al bar, era apenas media tarde( a media noche,dice ella). El sol le pegaba de frente sobre Madero, y el calor bajaba hasta sus pies.

Ya luego pasó por la tabernita de Cris, volteó y vió en la barra a los mismos "darkies posmodernos" de los cafés cercanos. La dueña asomó para saludarla, fué lo que la hizo voltear. Sonrió, y trató de levantar la mano cuando lo vió completamente.

Esta vez él estaba en la segunda mesa de la derecha con sus amigos y amigas (por eso había dejado de ir a la Gioconda)

"Mucho pelo y esponjado!! puuuf!!" Y pensó: -Porqué no vienes ya?-
-Ay! Cris, es que siempre paso de prisa, ya no me quedo a nada por acá... Ya sabes, suelo no querer encontrame gente...- Recordaba al ritmo acelerado de su corazón, y un golpe doloroso que no era revolucionario le fué creciendo abajo y a la izquierda...

Diego no entiende como soporta verlo tan seguido. Le ha dicho que no podría hacer lo que ella, quedarse ahí, sin decirle nada después de todo.

John no estaba en el sitio, en su lugar un mensaje: "Te espero en la tabaquería de Filomeno Mata, llevo el coche, no tardes. Besos, John"... -Con lo que pesaba esa tarde la mochila!- me dijo.

Caminó de nuevo por el mismo lugar,recogió sus pasos esta vez sostenida por la mirada de alguien a quien no quería ver,un alguien de quien no quería saber quién era. John apenas se colocó al lado de la acera, ya no llegó a la tienda. Ella le dió un soplo a tabaco de maple y ron en la boca al subir al auto.

La calle se quedó muy sola, al fondo se veían las cortinas rojas de "La ópera".

Hace dos años que olvida el primero de junio, ya no va a Coyoacan.

La mañana del lunes era perfecta, el frío estaba ahí. Uno de esos dragones enormes que siempre la despiertan pasó volando. -Llovía tanto!- Suspiró y no dejaba de fumar... Luego reclamó: -Marcela me dijo que a uno de sus exnovios le encontraron una mancha en el pulmón. Qué jodido!-

Se pasó media tarde atormentada por llamarle, era el momento perfecto para su café de las seis. Pero dónde citarlo, pensó. Y así se le fueron dos horas,luego la tarde entera, y ella siguió sintiendo el dolor poco revolucionario, siempre abajo y a la izquierda, sonreía un poco cuando pensaba que era por fumar.

A la noche hizo un comentario de él con su madre. Ella le preguntó si lo había visto. Respondió diciendo no saber nada desde marzo, y ya más tranquilas, ambas sonreían. La madre sabía porqué lo mensionaba, era la tarde perfecta para su café de las seis...

Pensó entonces mientras entraba agua por la ventana, que Sabina en viernes por la noche, en un taxi con la calle llorando y la luna escondida no era buena compañia. Calamaro era un poco más dulce hablando de los aviones, al menos tenía mejor referencia que recordarlo en una noche de lluvia doliente; mientras él detrás de su pantalla le cantaba a letra y pulso "De sobra sabes que eres la primera..."

Sonrió un poco, y dejo que las horas pasaran peleandose con el teléfono, jugaba a no tocarlo. Tal vez mañana llueva menos...






Foto: "Con todo el corazón" o "Ya bajatela toda para que se seque!", Sello de Jesusa Rodriguez. Día internacional contra la Discriminación, Qro.Méx.

1 comentarios:

@rosefem1 dijo...
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¡Sí!

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