8 jun 2007

La fuerza de la congruencia

Recordar lo que se es a partir de lo que se dice, es algo que enfrenta a cada momento. Duda, se emplaza a entender desde las premisas, sólo alguien que ha pasado por la necesidad imperante de recorrer sus ideas y sus pasos la ha entendido fuera de ellas... Ahora él habla, ella escucha, los dos se entregan a entender.

La literalidad del lenguaje ES. Y el resto parece a nadie le importa. La palabra que se hace de algo más que de lo que se dice, es lo que no se entiende. Lo importante es dotar de significado al lenguaje, luchar por ser comprendida y retroalimentada siempre es mejor que seguir resistiendo...

Deconstrucción es la constante, el cambio consecuente a partir de la experiencia adquirida.

Armar la estrategia de vida ante " todo elemento sentido, toda acción llevada a cabo, debe cederle sitio a una acción o sentimiento colocado en el nivel superior de la escala"... Por qué seguir así? Siempre arriba, siempre apuntando al cielo, qué esperamos? O, es que no somos holístc@s y usamos la razón? Somos más que arriba y abajo... A todo lo anterior lo rebasan las realidades paralelas y tangentes.

Fui y volví, la charla parecía no terminar, ella hablaba, él escuchaba, luego a la inversa...

-Consecuente y consecuencia... no es lo mismo. Pero sí se puede ser consecuente en la consecuencia dada por los actos, para eso sirve vivir, carajo!

-Tu literalidad está hecha de sólo tu abstracción, la mía de lo propio. Y si lo medimos...
quedan las palabras hechas, son códigos irrefutables que generalmente se petrifican y sobrentienden. Luego todo lo hacemos polvo, porque el significado que le damos a nuestras palabras está muchas veces fuera de lo que es la palabra en sí. Cuando entendemos eso nos resignificamos en silencio, ya luego lo prodigamos por ahí...

-Somos dos en el presente: Quienes somos y quienes queremos ser. Si se deja de lado lo segundo, lo primero nunca será, las palabras no se reconocerán en nuevos oídos, y habremos terminado con la posibilidad de hacer formas alternas a nosotras/os mismas/os, de darnos sentido... La idea tendrá que ser necesariamente adversa e ilógica en principio, luego debemos vernos hacia dentro, después lo retomaremos. La idea será llevada entre las manos, y se reiterará bajo el influjo de los tiempos, en lo que se quiere sentir, vivir...

-Si se crea, será a partir
del nuevo concepto. Tal vez entonces definamos hacerlo verdad por algún tiempo en nuestra vida, sólo hasta que llegue otro elemento que lo afirme o lo desbanque, nada es siempre igual, no hay nada a perpetuidad...

Tomó sus manos, las dejó caer sobre los ojos, ya no supo qué hacer, se acabaron las palabras. Luego repetía algo, yo no sabía. Las palabras hacían que entre su boca y su cabeza se rompiera el silencio, sólo tuvo que lamerse los labios para darse cuenta de que tenía en las comisuras la tranquilidad que no encontraba...

El café se enfrió, luego llegó el vino y la lluvia caía al ritmo de la risa desde su ventana. Yo los veía a unos metros, estaban cerca... Él le dijo: Qué, no te das cuenta? La diferencia entre ambos radica en la incapacidad para hacer realidad sus respetos, tolerancias y conocimientos. Tu ya sabes trabajar estas cosas, deja que pase.

El viento del norte llegó a la ciudad y mañana habrá menos calor. Pensé que la charla la habría provocado la cafeína, luego el sopor del vino, o tal vez el té negro con especias, pero no, lo que desató todo aquello fueron otras condiciones...

Hay para quien es una necesidad verse en otra persona, tener un reflejo, y si eres tú, así como estás hoy a cualquiera le valdría la pena, pero jamás querrá su imagen en un espejo roto. Tú te rompiste, es tu necesidad... Reivindica tu derecho a disentir, a no ser espejo ni reflejo de cualquier felicidad aparente...





Ya luego entendí lo que pasó, fue Cadenas con su palabra:


ARS POETICA

Que cada palabra lleve lo que dice.

Que sea como el temblor que la sostiene.

Que se mantenga como un latido.


No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir

brillos a lo que es.

Esto me obliga a oírme. pero estamos aquí para decir verdad.

Seamos reales.

Quiero exactitudes aterradoras.

Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis

palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.

.

Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame

la impostura, restriegame la estafa.

Te lo agradeceré, en serio.



Enloquezco por corresponderme.

Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.



De Intemperie, 1997 Rafael Cadenas.







Foto: www.pedro-uhart.com

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