Algo de música tranquila, un buen sabor, pan negro, vino, resignarse a sentir.
Sorprendido, su invitado de hoy por fin entiende que es parte de un ritual. Para él siempre le molestó el aprecio -tal vez exagerado- por ellos, sus amigos. Extraña era antes la manera de vivir. Hoy todo es más claro: Necesita estar con un Él, y como hay bien pocos con quienes se puede estar sin que pase nada...
... Decide que con quien tiene enfrente será con quien se le escurra el tiempo hasta que amanezca...
Sufrir en vano. Él hoy su amigo, se dará cuenta de lo que nunca sucedía cuando no estaba en su cama. Lo que hoy pasa, era algo de lo que no se enteraba. Ella siempre ha tenido sus acompañantes, de vez en vez salen a relucir. Hoy él es uno de ellos.
Por el momento, sólo es necesario asignar roles y definir tiempos.
"Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar..." 
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